Cirugía LASIK: guía sobre procedimiento y expectativas

La cirugía LASIK es un procedimiento refractivo diseñado para reducir la dependencia de gafas y lentes de contacto corrigiendo problemas comunes de visión como miopía, hipermetropía y astigmatismo. En esta guía se explica cómo actúa la intervención, quiénes son candidatos, qué pasos incluye el proceso y qué expectativas razonables tener durante la recuperación. Información clara y basada en conceptos clínicos permitirá valorar opciones y preparar preguntas para el especialista.

Cirugía LASIK: guía sobre procedimiento y expectativas

Este artículo es solo para fines informativos y no debe considerarse asesoramiento médico. Consulte a un profesional de la salud calificado para obtener orientación y tratamiento personalizados.

¿Qué aporta el estudio del ojo antes de LASIK?

Antes de cualquier cirugía refractiva se realiza un examen completo del ojo que incluye topografía corneal, medición de la refracción, evaluación del grosor corneal y examen del fondo de ojo. Estos estudios determinan si la córnea tiene la forma y el grosor adecuados para crear un colgajo y ablacionar tejido con precisión. También se evalúan la estabilidad refractiva (cambios en la receta), el estado de la película lagrimal y condiciones que puedan aumentar el riesgo de complicaciones. El profesional explicará si existen contraindicaciones como enfermedades autoinmunes o córneas muy delgadas.

¿Cómo funciona el láser en la corrección visual?

La tecnología láser excimer remodela la córnea para cambiar su poder refractivo y mejorar el enfoque de la luz sobre la retina. Durante LASIK se usa un láser de alta precisión que elimina pequeña cantidad de tejido corneal según un plan personalizado. La superficie corneal se modifica para corregir la miopía, hipermetropía o astigmatismo. Los avances en seguimiento ocular y mapas personalizados han mejorado la precisión, pero la calidad óptica final depende de la evaluación preoperatoria, la técnica empleada y la curación individual de cada persona.

¿Qué ocurre durante la cirugía y el posoperatorio inmediato?

La cirugía suele realizarse de forma ambulatoria con anestesia tópica (gotas). Primero se crea un colgajo corneal con un microqueratomo o un láser de femtosegundo; este colgajo se levanta y el láser excimer remodela el estroma. Después se reposiciona el colgajo sin suturas. El procedimiento dura minutos por ojo. En las horas siguientes es habitual experimentar lagrimeo, sensación de cuerpo extraño y visión borrosa temporal. El posoperatorio incluye gotas antiinflamatorias y antibióticas, revisiones programadas y recomendaciones para evitar frotarse los ojos. La recuperación funcional suele ser rápida, aunque la estabilización completa puede tardar semanas o meses.

¿Cuáles son los riesgos y complicaciones de la cirugía?

Como toda intervención médica, la cirugía con láser conlleva riesgos potenciales: sequedad ocular persistente, disminución de la agudeza visual nocturna, deslumbramientos o halos, infecciones y problemas con la unión del colgajo. La presencia de alteraciones en la película lagrimal puede aumentar la posibilidad de sequedad tras la cirugía. Muchos efectos son transitorios y manejables con tratamiento, pero algunas complicaciones pueden requerir procedimientos adicionales o llevar a ajuste de expectativas respecto a la dependencia residual de gafas. Una evaluación detallada y diálogo honesto con el cirujano reducen la probabilidad de resultados insatisfactorios.

¿Qué alternativas existen a LASIK: gafas y lentes de contacto?

Las gafas y los lentes de contacto siguen siendo opciones válidas y seguras para corregir la visión sin intervención quirúrgica. Las gafas ofrecen una solución no invasiva, son fáciles de adaptar y permiten cambios de corrección con el tiempo. Los lentes de contacto brindan una visión más natural en ciertos casos y opciones especializadas (por ejemplo lentes rígidos gas permeable o lentes tóricos). Para quienes no son candidatos a cirugía o prefieren evitar procedimientos, estas alternativas mantienen la calidad visual y permiten menor riesgo. Algunos pacientes combinan corrección con terapia visual y control de factores como la sequedad ocular.

Buscar servicios locales y preparación para la consulta

Al considerar la cirugía es recomendable investigar servicios locales y clínicas especializadas en cirugía refractiva. Compare credenciales del equipo, tecnología disponible y protocolos de evaluación preoperatoria. Prepare historial médico, detalles sobre condiciones oculares previas y lista de medicamentos; lleve expectativas realistas sobre mejora visual. Pregunte por opciones de manejo de complicaciones y revisiones posoperatorias. El seguimiento adecuado y la comunicación con el equipo médico son clave para un resultado seguro y satisfactorio.

Conclusión

La cirugía LASIK ofrece la posibilidad de reducir la dependencia de gafas y lentes de contacto mediante remodelación corneal con láser. Sin embargo, la idoneidad depende de una evaluación ocular completa, expectativas realistas y conocimiento de riesgos potenciales. Analizar alternativas no quirúrgicas y consultar con un especialista calificado permite tomar decisiones informadas y planificar un cuidado visual continuo a largo plazo.